Estos objetivos incluyen proporcionar alimentos seguros y nutritivos para todos; proporcionar ingresos y salarios decentes a los agricultores y a quienes trabajan en todo el sistema; y conservar los recursos naturales para el beneficio de las poblaciones actuales y futuras.
El crecimiento sostenible de la productividad agrícola es un elemento fundamental para construir sistemas agrícolas y alimentarios más sostenibles. Sin él, se pone en peligro nuestra capacidad de satisfacer las necesidades alimentarias actuales y futuras, conservar los recursos naturales y apoyar la viabilidad a largo plazo de la agricultura.